Quebrar en llanto. De agotamiento, de todo y nada, de ser mamá, de sentirte viva, de necesitar más tiempo para tí, para respirar, para hablar con amigas, recuperar lazos, intentando estar más.
De suspirar y sentir que a veces todos te entienden y a veces sólo tú. De querer una taza más de café, de dejar el café y recaer, de mejorar tu alimentación, de saltarte comidas, de dormir mucho y de dormir poco, de mirarte frente al espejo y cuidar tu dialogo interno, de no herirte a tí misma intentando reconocer los cambios en tu cuerpo, de aprender a amarte más y reconocer tu nueva piel, abrazar tus caderas...
De volver a intentar, de lograrlo todo, de lograr la mitad de lo que te propones y de a veces lograr nada, y a la vez jamás en tu vida haber logrado más...de sentir más vida, de llorar desde el alma, de extrañar a todos y a la vez a nadie pues te sientes completa pero darte cuenta que tú extrañas a mamá y a papá y una vez más, detenerte a llorar.
De querer compartir un millón de fotos y darte cuenta que tal vez mandas demasiadas pero es porque quieres que todos vean lo que tú ves, a ese hermoso ser que te acompaña que te llama un millón de veces al día mamá mamá!!
De frenar el coche, buscar un espacio para escribir un desahogo y saber que tú puedes con esto y mil veces más. De recuperarte a tí misma todos los días no dejando de estar presente y seguir luchando por tus propios sueños y por ver lograr lo de alguien más, logrando ver que como sus pequeñitos sueños se van cumpliendo que ya logro caminar, brincar, que está aprendiendo a cantar, a bailar, que imita tus pasos, tus caras, tus palabras y que al imitarte se va descubriendo al verte a tí respirar.
Se trata también de dejar salir el llanto, por que las emociones se reciclan y hay que dejar al alma descansar, porque ya va avanzando el día, porque en su siesta el silencio te alcanza y tú te puedes escuchar.
Porque la maternidad es la luz y la sombra y que la luz siempre brilla mucho mucho más.
Sabiendo que estás dando todo lo que eres y que ya no tienes más, pues haces todo con el alma, desde el centro del pecho y que das gracias que a tu pequeñito observas cada segundo respirar.
Y que sabes que la vida es bella, es hermosa, más a su lado, que estás completa, rodeada de amor, de sueños, que el cuerpo viene y va, que estás avanzando en mucho más de lo que te das cuenta, que al cumplir sus sueños los tuyos se cumplirán.
Que eres grande, que eres infinita que sólo tal vez necesitas unas horas descansar.
Y sigue soñando y más aún creando, y siéntete viva, y date cuenta de que nada falta y que todo das.
Y has una pausa para entender
que también de esto se trata...ser mamá.
De fb Madre Luna
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