HOMBRE SANTO

Perdón.

No lo merezco, pero lo solicito.

Que me perdones...
por todo, por mí, por él, por tí...

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Quise hablarle a aquel al que me amó
como un amante ama, sin escrùpulos, sin razones.
con sangre, con odio, con verdades.

Quise hablarle al que me regalé como una virgen,
como una virgen baja del pedestal y se acuesta con un esclavo,
sin pretenciones, sin medir el tiempo.

Quise hablarle a aquel hombre bueno que me cuidó por años,
que me cuidó como jardinero a la rosa, como velador al sueño,
sin buscar recompensa, sin saber exáctamente por qué me cuidaba,
pero lo hacía, con esmero, con gana.

Quise hablarle al hombre que me entendió en múltiples momentos,
con mucha paciencia,
me entendía en la tolerancia,
y en la responsabilidad que eso conlleva,
me entendía sin juzgar, sin esperar a que yo me entendiera.

A punto estuve de llorar,
porque quise hablarle al hombre que me adoraba
con sangre y con mucha garra,
que me defendió siempre,
que me atendía muchas de las veces...

...veces en las que yo no estaba quieta,
y otras tantas en las que yo estaba muerta.

Y no pude, no me atreví a hacerlo,
no le hablé a aquel hombre que asesiné con traiciones,
al que le pagué con engaño,
no me atreví porque la última vez que le hablé,
dijo "tu estas muerta".

Y entonces lloré,
lloré como sólo una muerta puede hacerlo,
fríamente, solamente, muy muerta.

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Lo recuerdo en sepia...

Fué un 25 del mismo mes,
a las orillas del mar,
donde le entregué el primer "sí",
y al pasar los años
entre montañas negárselo.

Ya no te amo,
pero te extraño,
ya no te quiero,
pero te necesito,
ya no... nada,
olvídalo.

y perdón...

y no te preocupes ahora,
la condena ya está impuesta,
es sólo cuestión de esperar,
aún ni siquiera la empiezo y ya está doliendo,
ni imaginar puedo lo que me hace falta,
porque todo vuelve, todo se nos regresa,
y yo ahorita no camino, ni hablo, ni miro,
estoy varada...

sola, solo,
solicita y solicito,
tu perdón.



...siempre tan tuya y tan de nadie.


Te quiere.
Lluvia.