Hubo un tiempo en que yo quería ser el mejor.
No había viento ni cascadas que pudieran detenerme.
Pero entonces llegaban las riadas.
Las estrellas, por la noche, se convierten en polvo.
Y me fundo
en un gran armadura negra.
Sin rastro alguno
de gracia,
tan sólo, en tu honor,
me tranquilizo.
Hacia el sur, culpable de mi existencia.
Obligándoles a dejar
un hueco en la ciudad
para todo lo bueno y lo malo que cabe en mi cama.
He estado durmiendo.
Bajarme de las nubes.
Sujetarme.
Asegurarlo todo,
para el desfile final.
Hubo un tiempo en que quería ser el mejor.
Dos duros puños de sólida roca
con cerebro suficiente para explicar
cualquier sentimiento.
Tranquilízame.
Asegurarlo todo,
para el desfile final.
Para lo bueno y lo malo que cabe en mi cama.
He estado durmiendo
hasta el desfile final.
Hubo un tiempo en que yo quería ser el mejor.
No había viento ni cascadas que pudieran detenerme.
Pero entonces llegaban las riadas.
Las estrellas, por la noche, se convierten en polvo.
OM
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