jueves, 6 de octubre de 2016

LO ESTAS MAL ACOSTUMBRANDO A LOS BRAZOS

Me afirmo el verdulero....
Díselo a la naturaleza, que lo ubicó 9 meses cerca de mi corazón, 9 meses al compás de mi respiración, 9 meses en compañía de mi voz. Ella lo mal acostumbró primero, que sabiamente llenó mis pechos lecheros, para seguir siendo, uno los dos.

Que te explique la naturaleza, por qué me sonríe cuando estoy fea y me estira los brazos loco de amor.

¿Que lo estoy mal criando en brazos? cuando no me pide zapatos, ni un auto de lujo, tan solo que lo tome, por besos babosos a cambio. No me niego a sus brazos, porque negarme, sería reprimir el amor más puro e incondicional, me pide brazos porque después de pasar casi un año tan unidos como jamás lo volveremos a estar, nuestro único consuelo es abrazarnos, para no extrañarnos tanto y amarnos más y más.

Después de todo, más temprano que tarde aprenderá a caminar y todo esto será un hermoso recuerdo, de cuando una vez él fue bebé
y mis brazos eran todo para él. 

Así que señor verdulero, sin duda la naturaleza es más sabia que ambos, lo que para usted es “mal acostumbrarlo a los brazos” ella lo llama AMAR, MAMAR, MAMÁ, ni los árboles sueltan sus frutos pequeños, los cargan, hasta que estén listos, es lo natural; me dije. 

 Y yo le respondí: Dos kilos de papa, uno de cebolla…"
 (Eloísa Alarcón)

TIENES UN BEBÉ DE BRAZOS

Es muy común leer en algunos grupos o escuchar por ahí a madres desesperadas por el tema de que su hijo solo quiere estar en brazos.
Para algunas es todo un tema y entiendo, ya estuve ahí. Es sumamente agotador y a veces estresante el hecho de que tus tareas se acumulan y es casi imposible hacerlas con tu hijo en brazos. Algunas desarrollamos una que otra “mañita” para lograrlo, algunas echamos mano de un fular o rebozo para poder hacer algunas cosas, solo algunas, pues con fular es imposible y quizá hasta peligroso hacer cosas como cocinar (aunque a cierta edad puedes portearlo en la espalda).

Leo publicaciones desesperadas donde preguntan qué pueden hacer para que el crío de meses las deje al menos lavar los platos, leo cansancio, leo agotamiento físico y mental.

Para mí era muy común en los primeros meses arrullar a mi hija en brazos y cuando al fin se dormía me preocupaba que al ponerla en cama despertara, entonces me tumbaba en la cama con ella encima, en el pecho y esperaba mientras pensaba; que se haría tarde y no había adelantado la comida, la casa seguía de cabeza, no me había bañado, no había hecho NADA o bueno al menos eso creía. El estrés se apoderaba de mí.
A dos años de esas largas jornadas de siestas en brazos o en el pecho te puedo decir;
¿Tienes un bebé de brazos? ¡DISFRÚTALO! En pocos meses esas siestas y ese contacto será cada vez más escaso.

De una madre que ya no tiene un hijo de brazos a otra, te lo digo; desearás eventualmente recuperar eso. Después correrás detrás de tu hijo por un abrazo, le pedirás tú los besos pues ya no es un pequeño bebé y ahora no se detiene. Desearás esas siestas para tener un rato de tranquilidad pues a medida de que crecen hay mucha más actividad.

Hace poco le dije a mi hija; ¿me dejas abrazarte como bebé para dormir? Y contesto muy segura “soy una chica grande”. Dos años 4 meses y mi hija sabe que esa maravillosa etapa fue cosa del pasado y entonces pensé que aquellos primeros meses pasaron tan rápido que desearía volver a tenerla en brazos y llenarla de besos sin que saliera corriendo porque hay muchos juguetes que la esperan o muchas crayolas que usar.

En realidad no pensamos mucho en eso, no pensamos que crecerán y a veces pareciera que queremos irnos liberando de algunas etapas sin disfrutarlas porque estamos cansadas, pero esas hermosas etapas en realidad duran un suspiro y no vuelven. Yo sé, hay muchos platos sucios pero también hay muchos besos que dar. No pienses “no he hecho nada” si lo has hecho, dedicas el tiempo a tu hijo y vale la pena.

Todo pasa tan rápido que apenas te das cuenta que ahora tu batalla es quitar el pañal o hacer tareas de la escuela, cada edad de tu hijo es importante, única y especial, cada una tiene su encanto.

¿Tienes un bebé de brazos? Disfrútalo te lo digo yo que extraño ese pequeño calor, esa respiración cerca de mí y ese corazón latiendo cerca del mío.

lunes, 26 de septiembre de 2016

ULTIMA VEZ

LA ULTIMISIMA VEZ...

Desde el momento en el que abrazas a tu bebé por primera vez, nunca serás la misma persona.
Quizás anheles la persona que eras antes.
Cuando tenías libertad y tiempo
Y nada en particular por lo que preocuparte.

Conocerás el cansancio como nunca lo habrás hecho antes.
Y encadenarás días que son exactamente iguales el uno al otro
Llenos de tomas y eruptitos.
Cambios de pañal y llanto.
Quejidos y peleas.
Siestas o falta de siestas.
Puede parecer como un ciclo sin fin.

Pero no olvides que…
Hay una última vez para todo.

Llegará el día cuando le des de comer a tu hijo por la última vez.
Se dormirán sobre ti después de un largo día
Y será la última vez que abraces a tu niño mientras duerme.

Un día los llevarás en tu cadera y los dejarás en el suelo
Entonces nunca más los volverás a coger de esa forma.
Les frotarás el pelo en la bañera una noche,
Y a partir de ese día querrán bañarse ellos solos.

Te cogerán de la mano para cruzar la carretera
Y entonces nunca te la pedirán de nuevo.
Se deslizarán en tu habitación a media noche en busca de mimos
Y entonces será la última noche que te despierten para esto.

Una tarde cantarás “Las ruedas del autobús”* y harás todos los gestos.
Y entonces nunca más volverás a cantar esa canción de nuevo.
Te darán un beso de despedida en la puerta del colegio
Y al día siguiente te pedirán que no los acompañes nunca más.
Les leerás un último cuento en la cama y limpiarás una última cara sucia.

Correrán hacía ti con los brazos en alto una última vez.
El caso es que nunca sabrás cuando será la última vez.
Hasta que no haya más veces.

E incluso entonces te llevará un tiempo llegar a darte cuenta de ello.
Así que mientras estés viviendo estos momentos, recuerda que sólo hay un pequeño número de ellos, y que, cuando se hayan terminado, te morirás por revivir un solo día lleno de ellos.
Por última vez.

Autor desconocido.
Fuente: 9 Lunas

jueves, 22 de septiembre de 2016

EL TIEMPO

Me decían disfruta.. el tiempo pasa volando, y yo no lo creía.
Los tenía todo el día en brazos, pegados a mi, besándolos, mirándolos , alimentándolos, los minutos duraban una eternidad, los días parecían durar para siempre.
El tiempo no pasaba volando, se detenía cuando los tenía en mis brazos.  El tiempo no pasa volando pensaba, esto dura para siempre, sentía.
Me equivoqué.
Me quedé dormida una noche y cuando desperté el tiempo había pasado, ya corrían por todos lados, ya no querían tantos brazos, ya no querían tanta teta.
Me volví a despertar y ya se iban al colegio, ya sabían nadar, ya jugaban entre ellos.
En un abrir y cerrar de ojos se hacen grandes, bellos, fuertes, valientes y nobles.
Chicos criados en brazos con amor, seguros, felices, e independientes, pero grandes.
Disfruta ahora, que el tiempo si pasa volando, créeme.
Cárgalos mucho que luego crecen, antes de lo que crees.
Mételos en tu cama, que luego dormirán en la suya por el resto de su vida, bésalos mucho, bésalos siempre.
El mayor acto de amor del apego es irónicamente al pasar los años, el desapego en sí.
Dejarlos volar, dejarlos crecer, dejarlos ser.
Confía en el poder de esos dos brazos a los costados de tu corazón dándoles todo ese amor.

Autor Desconocido.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

LAS BUENAS MADRES

Las buenas madres también se equivocan, se estresan, necesitan descanzar.
Las buenas madres tienen niños que se quiebran un brazo, se contagian gripe y gritan en el supermercado.
Algunas buenas madres gritan en el supermercado también.
Las buenas madres cometen errores.
Una buena madre tiene hijos que también cometen errores.
Tiene hijos que se enojan.
Ella se enoja.

Prepara la comida tarde, 
se olvida de comprar la leche para los cereales del desayuno,
Y llora por razones que otros consideran tontas.
Dice cosas que creyó que nunca diría,
Y tiene hijos que dicen cosas que ella desearía que no dijeran.

Ella tiene malos días, malos momentos y malas semanas.
Se pierde.
Y cuando se siente tan perdida,
Cuando todo lo que puede ver es lo malo, y el miedo, 
y las dudas y los pensamientos recurrentes,
El amor la guía de vuelta.

En la oscuridad tiende una mano temblorosa,
Y encuentra el hilo del amor.
Tomada bien fuerte de este hilo que la guía, 
recorre el camino de vuelta.

Vuelve a ella misma
Con amor. Vuelve.
Una y otra vez, vuelve -
A sus niños,
A su familia, y amigos.
Vuelve con amor.

Pide perdón. Perdona.
Vuelve a intentar. Crece.
Es tan buena madre.

Vos sos tan buena madre.

MATERNAR

►  ◄ 

El otro día una amiga me dijo "no entiendo esas cosas aburridas de la maternidad" y pensaba... 
¿Que es eso que a ella le hicieron creer que es la maternidad?
Porque maternar no es nada parecido a la publicidad de Huggies, tampoco tener cochecitos, cunas y hacer baby showers. Maternar no es lo que muestra la tapa de revista con la famosa de turno y su bebé recién nacido, tampoco decorar una habitación y hacerte una ecografía 3D. Maternar no es un cliché, un slogan o una moda.
Maternar es mucho más profundo y primitivo. Maternar es algo onírico que deja huella en el alma. Es un asombro constante, el galope de un corazón lleno de amor vibrante. 
Maternar es imperfecto y animal. Es abrazar tus fantasmas, tus miedos más irracionales que son, a la misma vez, la fuerza que te empuja. 
Maternar es tocar la angustia con las manos para que crezca una montaña enorme y fuerte dentro tuyo. Es escuchar la sabiduría de cada una de tus células y dejar que arda de amor tu transformación.
Maternar es un laberinto, es un fundirte en el otro para perderte y volver a darte la bienvenida porque, en el mismo momento que nació un bebé, también, nació una madre.

domingo, 21 de agosto de 2016

LOS BEBÉS NO SON COMO NOS CONTARON

No. Los bebés no son como nos lo
contaron. A los bebés no les
gusta dormir en cuna. Rodeados
de barrotes. Presos en una jaula.
No. Los bebés quieren dormir
junto al cuerpo de su mami,
calentitos, seguros, amparados,
amados, tocados.

No. Los recién nacidos no quieren
siquiera estar en posición
horizontal. Quieren dormir en tu
pecho, en vertical, meciéndose al
arrullo de tu corazón. En
horizontal su digestión se
ralentiza, vomitan, buchean,
cogen cólicos, se asustan, se
sienten vulnerables.

No. Los bebés no se acostumbran
a los brazos: ya nacen
acostumbrados. Desde el principio
saben bien lo que es bueno.

No. Los bebés no duermen toda la
noche. Se despiertan a cada rato.
Para comer y para no comer. Para
comprobar que estás a su lado y
que los estás cuidando. Para
cerciorarse de tu presencia, que
es su seguridad. Para tocarte y
olerte.

No. Los bebés no quieren estar
solos. No quieren perderte de
vista ni un minuto, quieren estar
junto a ti, en el centro de la vida.

No. Los bebés no quieren jugar
solos en un corral. Quieren jugar
contigo, sonreír, ser atendidos,
treparte por encima, gatear por el
salón.

No. Los bebés no quieren tomar
leche de otra especie. Quieren
leche de la suya, de la que sabe a
mamá.

No. Los bebés no quieren chupar
todo el día un trozo de plástico.
Quieren chupar tus pechos, sus
manitos, tus dedos... piel
humana.

No, los bebés no quieren que los
vistas, ni que les pongas tejidos
picones, pendientes en las orejas,
ropas apretadas, cintas, encajes y
otras cosas molestas. Quieren
estar desnudos, correr sin
zapatos, disfrutar del tacto de la
naturaleza en su piel, del piel con
piel contigo.

No. Los bebés no quieren estar
quietos. Quieren que te muevas,
que los mezas, los arrulles, que
andes y pasees, y los lleves
contigo. En cuanto pueden,
quieren gatear, correr, saltar,
explorar, llegar a todas partes...

Sí. Los bebés son curiosos por
naturaleza. Quieren y deben
tocarlo todo. Incluidas esas cosas
que más tú tocas: los mandos, los
relojes, los teléfonos, los equipos
informáticos...Su riqueza sensorial
se desarrolla a partir de ahí.

No. Los bebés aprenden lo que
viven. Si siempre oyen "no",
pronto a todo te dirán no. Si a
todo tienes miedo, pronto a todo
tendrán miedo.

No. Los bebés no son alto-
demandantes. Somos nosotros los
bajo-tolerantes, los bajo-
pacientes, los bajo-disponibles,
los bajo-respondedores.

No. Los bebés no quieren que los
dejes. Quieren ir contigo a todas
partes, eres su ejemplo, su
seguridad, su referente, su único
universo.

Te guste o no te guste, así son los
bebés humanos, primates,
mamíferos. Si quieres
comprobarlo, tan solo ten uno.
Ninguna otra especie desconoce
tanto a sus propias crías. Si
queremos un mundo un poquito
más humano, bien haríamos en
comprenderlo.

No son como nos lo contaron. Son
infinitamente mejores y más
inteligentes. Cualquiera que ve a
estas crías diría: ¡qué especie tan
avanzada! ¿Y cómo se convirtieron
en lo que hoy son!

Por: Ileana Medina

martes, 5 de julio de 2016

NECESITAS

DIFÍCIL... PERO MARAVILLOSA!

Les hablo a ustedes, mujeres. Ustedes que están en los 30's o más, que tienen hijos, seguramente dos o tres, algunas hasta cuatro.

En esta etapa de la vida en la que debemos de lidiar con estar exhaustas todo el tiempo, tanto física, como mental y emocionalmente.

En esta etapa de la vida lidiamos con primeros dientes, con infecciones de oídos, con virus estomacales. Estamos de malabaristas con horarios de siesta y horarios de comida y horarios de ballet y futbol. Tenemos millones de pelotitas y probablemente sientes que se te están cayendo la mayoría.

En esta estapa de la vida lidiamos con la CULPABILIDAD. Culpable de trabajar y no tener tiempo suficiente con tus hijos, o culpable de quedarte con tus hijos y no trabajar y no contribuir económicamente en la casa. Culpabilidad de ser muy estricta, o de ser un barco. Culpabilidad de que tu casa este limpia pero ignoraste a tus hijos o de que los disfrutaste todo el dia y tu esposo llega de trabajar a una casa sucia. De prestarle atención a todos tus hijos pero a ni uno. O prestar mas atención a unos que a otros. CULPABILIDAD, en fin.

En esta etapa de la vida hay que tomar miles de desiciones. Algunas inclusive que te cambian la vida otras que no tanto. Ni una con una respuesta clara. ¿Vacunaré a mis hijos? ¿Será que mejor no? ¿Los mando a esta escuela o a esta otra? ¿Necesitan tutor? ¿Seguiré con la lactancia? ¿Clase de natación? ¿Está feo el clima? ¿Gastaré más y compraré todo orgánico? ¿Obligo a mis hijos a saludar aunque no quieran? ¿Los obligo a disculparse aunque la disculpa no sea sincera? ... No sabes la respuesta concreta de NADA, pero tienes presión constante de definir y decidir TODO.

Esta estapa de la vida es cada vez menos de ver a tus amigos casarse y tener hijos, y cada vez más y más de estar junto a ellos siendo testigo de conflictos en el matrimonio, algunos hasta divorcios. Una etapa en la que tienes que poner esfuerzo y trabajo y la energia para que tu propio matrimonio este sano. Y eso es bueno pero tambien es difícil. En este punto tú o alguien que conoces ha tenido problemas de infertilidad. Abortos. Algunos perdidas de hijos. En esta etapa perdemos abuelos y padres.

Es una etapa en la que compras casa, vendes casa, costruyes o rentas casa, empacas casa. Y lo vuelves a hacer después de unos años.

Es una etapa en la que las hormonas estan locas. Has estado embarazada o posparto o lactando en los ultimos años.

Es una etapa en la que no sabes quien eres. ¿Será que solo eso soy una mamá? Hay algo mas dentro de mí que no sea una mamá? ¿Será que pude haber hecho algo mejor o más glamuroso con mi vida? ¿Me veo como una mamá ahora?...Seguro que sí.

Es una etapa en la que vivimos en búsqueda del balance, pero nunca lo encontramos.

Es una etapa en la que lidiamos con mas de lo que podemos. CONSTANTEMENTE hay miles de preguntas, tus hijos nunca terminan de preguntar, alguien quiere que lo cargues o que lo abraces. Todo el tiempo hay alguien jalandote. Siempre tienes mas pendientes de los que puedes hacer. Hay demasiado. Nunca acaba. Simpre estas acosada con angustias. Realmente siempre hay alguna cosa en tu mente. ¿Será que mis hijos tengan muchos juguetes? ¿Será que tienen muchas actividades? ¿Tú tienes muchas actividades? Todo el tiempo estas pensando en cosas. ( hasta piensas como hacerle para no estar tan complicada, y no estar pensando tanto en todo)

Es difícil.

¿Qué necesitas hacer?

Necesitas pedir AYUDA.

Necesitas ACEPTAR ser AYUDADA.

No pongas tu matrimonio en ultimo plano. Necesitas acostar a tus hijos temprano. Sentarte un rato con una copa de vino con tu marido y conversar, y reirte.

Necesitas AMIGAS.

necesitas a tu MAMA.

NECESITAS AMIGAS mayores que tú que han pasado por lo que pasas. Amigas que te digan que NO LO ESTÁS HACIENDO TAN MAL COMO CREES.

Necesitas no sentirte mal por usar el tiempo de siesta de tus hijos para hacer LO QUE TE DE LA GANA.

Necesitas bajar tus expectativas.... Después, probablemente bajarlas un poco mas.

Necesitas simplificar. Simplificar cada parte de tu vida, lo mas que puedas simplificar.

Necesitas aprender a como decir que "NO"

Necesitas estar bien dejando a tus hijos con alguien y poderte ir a algun lugar. Al que sea.

Necesitas hacer algo que te guste todos los dias aunque sea por 15 min.

Necesitas rezar. Amiga si que necesitas rezar.

Necesitas un cafe que disfrutes, una copa de vino, un largo baño (aunque sea de 10 min) pero que lo disfrutes.

Finalmente, y probablemente más importante que todo, tienes que acordarte de que...

….esta estapa es bella igual. Es la estapa en la que cada persona mayor que tu te dice "lo vas a extrañar" y ademas sabes que tienen razón. Esta es la etapa en la que tus hijos te van a querer más que NUNCA del resto de tu vida. Es la etapa en la que caben perfectamente arriba de tus piernas para que los abraces... Y ademas quieren que los abraces. Es la etapa en la que los problemas SON infecciones de oído y viruses del estomago, todavia no tienes que lidiar con corazones rotos, bullying o adicciones. Es la etapa en la que aprendes a querer a tu esposo de una manera diferente....más difícil.... Mejor. Es la etapa en la que aprenden juntos, a estirar, ser menos egoístas y verdaderamente ser UN matrimonio. Es la etapa en la que ves Navidad Halloween, pascua y reyes , desde los ojos de tus hijos y es mucho más divertido y mágico que verlo sólo con tus ojos. Es la etapa en la que ves a tus papás ser abuelos, y ver lo buenos abuelos que son. Es la etapa que esta llena de excursiones, fiestas infantiles, disfraces, clases de natación, baños de burbujas, el ratón de los dientes, primeros pasos. Y todo eso es muy divertido. Es la etapa en la que estas lo suficientemente joven que te puedes divertir y lo suficientemente grande para haber adquirido algo de sabiduria. Es una etapa MARAVILLOSA.

Pero DIOS MIO ¡qué difícil es!."
.
.
Fuente: http://austin.citymomsblog.com/2016/04/20/stage-life-hard/

viernes, 22 de abril de 2016

COLECHO

Una mamá le pregunta al pediatra Carlos González, preocupadísima, qué hacer con su hija que "no puede dormir solita"

- ...Finalmente, la situación ha degenerado y prácticamente dormimos juntos los tres durante toda la noche (ella, mi marido y yo).

- Hola. Eso no es degenerar, eso es normalizarse. Los niños pequeños necesitan dormir con su madre. Eso es lo normal. Hacia los tres o cuatro años suelen aceptar el dormir solos si se les pide educadamente (aunque, por supuesto, ellos preferirían seguir durmiendo con su madres hasta los 10 o 12).Es muy importante que aprendan desde pequeñitos a dormir acompañados, porque así es como solemos dormir los adultos. Imagínate que no aprende a dormir con otras personas, y que cuando sea mayor no se quiere acostar con su marido. ¡Sería terrible! ¡No la conseguirías casar! ¡Tendríais que aguantarla en casa toda la vida! (o meterla monja...). 
De todos modos, si encuentras que tres en la cama es demasiado incómodo, habrá que sacar a alguien. Se puede usar un criterio de antigüedad (que se vaya quien más tiempo lleve durmiendo en tu cama), un criterio de maduración (que se vaya el más maduro), un criterio de espacio (que se vaya el que haga más bulto), un criterio de contaminación sonora (que se vaya el que ronque más fuerte), o un criterio operativo (que se vaya el que menos llore al sacarle de la cama). Me temo que todos los criterios apuntan hacia tu marido... 

Lo de los tres o cuatro años lo baso en experiencia personal, y en haber hablado con otras madres (huy, qué he dicho, si yo no soy una madre... creo que se me está pegando algo) que han practicado el colecho. Me temo que falta por hacer un estudio descriptivo-observacional sobre la duración habitual del colecho en las familias que lo practican.También precisamente por experiencia, en que hay niños que, habiendo dormido solos, es hacia los tres años cuando quieren dormir con su madre. Mi idea personal (sólo una interpretación, probablemente sesgada y basada en datos incompletos) es la siguiente:

1.- Lo biológicamente normal en nuestra especie, lo que ocurría antes de que las distintas culturas impusieran distintas normas, probablemente era que los niños dormían con su madre hasta los 10 o 12 años, y puede que más. Me baso en que los chimpancés duermen con su madre hasta los 5 (y tienen la pubertad a los 7), y en que no logro imaginarme a un niño de menos de 10 años durmiendo sólo y desnudo en el suelo, bajo las estrellas, y sobreviviendo.

2.- Vestidos, en una cuna, en una habitación, bajo un techo, evidentemente los niños sí que pueden dormir solos y sobrevivir. El problema es que ellos no lo saben.

3.- Hacia los 3 o 4 años, los niños empiezan a comprender que, en efecto, no corren ningún peligro durmiendo solos. Si los padres quieren que duerman solos, y se lo dicen con gracia, pueden convencerlos. Digo por experiencia que preferirían dormir acompañados hasta los 10 o 12, porque más o menos hasta esa edad quieren que les hagas mimitos, que les vayas a arropar, o intentan venir a tu cama ocasionalmente, o aparecen de visita el domingo por la mañana... Los de 15, en cambio, creo que no permitirían tales cosas ni pidiéndoselas por favor. Creo que muchos niños que han dormido con su madre desde el principio, hacia los 3 o 4 se sienten lo bastante seguros para dormir solos sin quejarse mucho.

4.- Este es el punto más polémico, pero también lo creo: pienso que aquellos niños que desde el nacimiento han dormido solos se sienten más inseguros, y que su evolución es precisamente la contraria. Un niño de un año que jamás ha dormido con su madre es incapaz siquiera de imaginar que eso es posible. Nota que le falta algo, pero no sabe el qué. Por eso los libros clásicos de pediatría y puericultura (como el Spock o el mismísimo Nelson) insisten en que «ni una sola noche los admitas en tu cama, porque se acostumbrarán y querrán volver cada noche». ¡Es como descubrir un nuevo mundo de posibilidades! Pero, si no lo ha descubierto antes, hacia los 3 o 4 años probablemente llega a imaginarlo, o a enterarse de alguna manera, y al mismo tiempo tiene más capacidad física para hablar, desplazarse y en definitiva imponer su voluntad. Así que es entonces cuando por fin consigue ir a dormir con sus padres, y luego tardará más en llegar a dormir solo, precisamente porque, al haberle faltado el colecho al principio, se sentirá más inseguro.

Desde luego, no es que yo recomiende sacar al niño de la cama a los 3 o 4 años. Como tampoco recomiendo meterlo. Cada familia hará lo que crean conveniente. Lo que quiero es explicar, a aquellas familias que ya lo han metido en su cama (o están pensando hacerlo) que no están haciendo nada malo, que tienen perfecto derecho a seguir así. 

A quienes preferirían sacar al niño lo antes posible, puedo explicarles que, probablemente, hacia los 3 o 4 años lo conseguirán. Si alguien no ve motivo para sacarlo, y prefiere esperar a que el niño se vaya de puro aburrimiento, también me parece perfecto. 

Estoy seguro de que todos los niños se irían, tarde o temprano (de esto sí que tengo bibiografía, porque está escrito: «por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne». Eso lo dijo uno que sabía más que Freud, así que no creo que lo discuta nadie. Lo de sacar a alguien de la cama, evidentemente era en broma. Nosotros hemos estado la mar de bien tres en la cama, y nadie se tuvo que ir. Lo que pretendo señalar con mi broma es que nuestra sociedad ve perfectamente normal que un adulto de 30 años necesite compañía para dormir, pero no admite que un niño necesite lo mismo. Tanto que los que hablamos de que se vaya el padre lo decimos en broma... pero algunos dicen que se vaya el niño, ¡y lo dicen en serio! Mi mujer me dejó entrar en su cama hace casi 22 años, y todavía no me ha sacado, por lo que le estoy muy agradecido.Por cierto, creo que las necesidades del bebé, la mamá y el papá no son necesariamente incompatibles.

Me consta que muchos padres disfrutamos enormemente de esos años en que tenemos niños en la cama. Es algo que más adelante se echa de menos.

De: Mamantial
Por: Carlos González
Foto Nirrimi Firebrace / Matt Capplin

domingo, 6 de marzo de 2016

DE ESTO TAMBIÉN SE TRATA SER MAMÁ

Quebrar en llanto. De agotamiento, de todo y nada, de ser mamá, de sentirte viva, de necesitar más tiempo para tí, para respirar, para hablar con amigas, recuperar lazos, intentando estar más.

De suspirar y sentir que a veces todos te entienden y a veces sólo tú. De querer una taza más de café, de dejar el café y recaer, de mejorar tu alimentación, de saltarte comidas, de dormir mucho y de dormir poco, de mirarte frente al espejo y cuidar tu dialogo interno, de no herirte a tí misma intentando reconocer los cambios en tu cuerpo, de aprender a amarte más y reconocer tu nueva piel, abrazar tus caderas...

De volver a intentar, de lograrlo todo, de lograr la mitad de lo que te propones y de a veces lograr nada, y a la vez jamás en tu vida haber logrado más...de sentir más vida, de llorar desde el alma, de extrañar a todos y a la vez a nadie pues te sientes completa pero darte cuenta que tú extrañas a mamá y a papá y una vez más, detenerte a llorar.

De querer compartir un millón de fotos y darte cuenta que tal vez mandas demasiadas pero es porque quieres que todos vean lo que tú ves, a ese hermoso ser que te acompaña que te llama un millón de veces al día mamá mamá!!

De frenar el coche, buscar un espacio para escribir un desahogo y saber que tú puedes con esto y mil veces más. De recuperarte a tí misma todos los días no dejando de estar presente y seguir luchando por tus propios sueños y por ver lograr lo de alguien más, logrando ver que como sus pequeñitos sueños se van cumpliendo que ya logro caminar, brincar, que está aprendiendo a cantar, a bailar, que imita tus pasos, tus caras, tus palabras y que al imitarte se va descubriendo al verte a tí respirar.

Se trata también de dejar salir el llanto, por que las emociones se reciclan y hay que dejar al alma descansar, porque ya va avanzando el día, porque en su siesta el silencio te alcanza y tú te puedes escuchar.

Porque la maternidad es la luz y la sombra y que la luz siempre brilla mucho mucho más.

Sabiendo que estás dando todo lo que eres y que ya no tienes más, pues haces todo con el alma, desde el centro del pecho y que das gracias que a tu pequeñito observas cada segundo respirar.

Y que sabes que la vida es bella, es hermosa, más a su lado, que estás completa, rodeada de amor, de sueños, que el cuerpo viene y va, que estás avanzando en mucho más de lo que te das cuenta, que al cumplir sus sueños los tuyos se cumplirán.

Que eres grande, que eres infinita que sólo tal vez necesitas unas horas descansar.

Y sigue soñando y más aún creando, y siéntete viva, y date cuenta de que nada falta y que todo das. 

Y has una pausa para entender 
que también de esto se trata...ser mamá.

De fb Madre Luna

sábado, 6 de febrero de 2016

SER MADRES COMO PODEMOS

SER MADRE CON LO QUE TENEMOS...

Con nuestros traumas.
Nuestras infancias heridas.
Nuestras miserias y nuestros miedos.
Con nuestras historias familiares de horror y misterio.
Nuestras rabias y nuestras fobias.
Nuestras imperfecciones.

Nuestros kilos de más.
Nuestros euros de menos.
Nuestros trabajos alimenticios, de supervivencia.
Nuestras mañanas desquiciadas.
Nuestros gritos y nuestras lágrimas.
Nuestras madres niñas. Nuestras suegras brujas.

Nuestras cicatrices.
Nuestras enfermedades.
Nuestros pueblos feos.
Nuestros vecinos ruidosos.
Nuestros políticos estúpidos, corruptos, repugnantes.
Nuestras escuelas decimonónicas, tristes, cuadriculadas. 

Nuestros maridos currantes, intentando ser hombres, amantes amables, y no morir en el intento.
Nuestros divorcios.
Nuestro estrés.
Nuestros años.
Nuestra soledad.
Nuestros partos robados, anestesiados, maltratados.

Nuestras lactancias agrietadas, dolorosas, imposibles.
Nuestra neurosis.

Con este mundo asfixiante que no está diseñado para tener hijos y no lo pone nada fácil, pero los niños son lo único que lo hace más habitable, más esperanzador.

Ser madres como podemos.
Ese es el mérito.
.
.
Autor: Ileana Medina Hernández Tenemos Tetas

viernes, 5 de febrero de 2016

ALGUIEN ME NECESITA

MAMÁ ALGUIEN TE NECESITA...

“Algún día” voy a recibirme de vuelta a mí misma. Mientras tanto, me entrego a los demás y estoy cansada, pero extremadamente feliz.

Desde que trajimos a casa a nuestra nueva hija, sus hermanos mayores son los primeros en decirme cuando ella está llorando, quejándose o emitiendo un olor sospechoso. “Alguien te necesita”, me dicen. No tengo idea cómo este pequeño dicho comenzó, pero al principio me molestaba un poco. Podía estar disfrutando de una ducha rápida y… “Mami, hay alguien que te necesita. La guagua está llorando”. O, cuando me sentaba por un segundo, consciente que mi guagua se estaba empezando a despertar después de su siesta… “¡Mamá, alguien te necesita!” 

¡YA! ¡Ya lo sé! Sin mencionar que las necesidades de mi recién nacida son bastante menores en comparación con las de mis otros dos hijos. Siempre hay alguien que necesita algo para picar, una tirita, otro calcetín, cubos de hielo en su agua, un nuevo juguete, un moco por remover, un abrazo, una historia, un beso. 

Algunos días no parecen terminar nunca y la monotonía de ser “necesitada” puede ser una carga pesada. De repente, me comencé a dar cuenta que realmente ME necesitaban. A mí, a nadie más. A ninguna otra persona en el mundo. Necesitan a su mami.

Mientras más pronto acepté que ser una mamá significaba que mi horario nunca se terminaba, más pronto pude encontrar un poco de paz en esta loca etapa de la vida. Esa “Mami” es mi deber, mi privilegio y mi honor. 

Estoy lista para estar dondequiera que alguno de ellos me necesite, todo el día y toda la noche. Ser la Mami significa que justo después que puse a mi bebé a dormir luego de alimentarla a las 4 a.m, mi hijo de tres años tuvo una pesadilla. 
Ser la Mami significa sobrevivir de café y de las sobras de comida de mis hijos pequeños. 

Ser la Mami significa que mi esposo y yo no hemos tenido una conversación real en semanas. Ser la mami significa que pongo sus necesidades primero, sin siquiera pensarlo. Ser la mami significa que mi cuerpo está adolorido, pero mi corazón está lleno de amor.

Estoy segura que llegará el día cuando ya nadie me necesite. Todos mis niños se van a haber ido y estarán completamente absorbidos por sus propias vidas. Puede ser que me toque sentarme sola en un asilo de ancianos y ver como mi cuerpo se debilita. Entonces, ya nadie me necesitará. Tal vez incluso sea una carga para ellos. Sí, me vendrán a visitar, pero mis brazos ya no serán su hogar. Mis besos ya no serán la cura que necesitan. Ya no va a haber lodo que limpiar de los zapatos o cinturones de seguridad que ajustar. Ya voy a haber leído el último cuento para ir a dormir siete veces consecutivas. Ya no voy a tener que obligar a que cumplan sus castigos. Ya no habrá más mochilas que empacar o desempacar o tacitas que llenar. 

Estoy segura que entonces, voy a extrañar con todo el alma esas pequeñas vocecitas que me decían “Mami, alguien te necesita”.

Así que por el momento, encuentro belleza cuando a las 4 a.m me toca alimentar a mi hija en su cómoda pieza. Somos solo yo y mi bebé, todo el vecindario está oscuro y quieto. Las dos nos acurrucamos bajo una frazada y la mezo en busca del sueño. 

Son las 4 am y estoy agotada y frustrada, pero está bien, porque ella me necesita. Solo a mí. Y, tal vez, yo también la necesito. Porque gracias a ella soy la Mami. Un día va a dormir la noche de corrido. Algún día me voy a sentar en mi silla de ruedas, mis brazos vacíos y soñaré de esas calladas noches en la pieza de mi bebé. Cuando ella me necesitaba y las dos éramos las únicas personas en el mundo.

¿Es posible que disfrute que me necesiten? Algunas veces, sí, pero en general, es cansador. Agotador. Pero, no está hecho para que lo disfrutemos cada momento. Es un deber. Dios me hizo su mamá. Es un puesto que anhelé por mucho, antes de que lo entendiera. 

Durante un fin de semana de tres días, mi esposo no podía creer cuantas veces mis hijos dijeron “Mami. Mami. ¡Mami!” “¿Siempre son así?”, me preguntó, sin ser capaz de esconder su horror y compasión. “Sip. Todo el día, todos los días. Este es mi trabajo”.

Y, tengo que admitir, es el trabajo más difícil que he tenido en la vida. En mi vida anterior, era administradora de una muy popular cadena de comida rápida. Un sábado a las 7:30 pm, con la ventanilla de salida llena de platos, una lista de espera de dos horas y un corte de luz inexplicable, no se compara con un martes a las 5:00 pm en nuestro hogar. Y, déjenme que les diga, los clientes de restaurantes por aquí están entre los más exigentes. Pero son papilla en comparación a niños pequeños que han dormido poco y tienen el azúcar baja.

Una vez, hace mucho tiempo, tenía tiempo para mí. Ahora, las uñas de mis pies necesitan amor. Y mi sostén no me queda tan bien como antes. Mi plancha onduladora tal vez ya no funciona, la verdad, no tengo la menor idea. No puedo ducharme sin una audiencia. Empecé a usar crema para ojos. Ya no me piden mi identificación para comprar alcohol. La prueba de que soy madre. Prueba que alguien me necesita. Que por hora, siempre hay alguien que me necesita. Como la noche anterior…

A las 3 am. escuché pequeños pasitos entrando a mi pieza. Me quedé quieta, apenas respirando. Tal vez va a devolverse a su pieza. Sí, seguro.
¡Mami!”
¡Mami!”, un poquito más fuerte.
“Sí”, apenas susurré.
Él pausó, sus ojos gigantes y brillando en la poca luz.
“Te quiero”.

Y, solo con eso, se fue. Corrió de vuelta a su pieza. Pero, sus palabras se quedaron colgando en el fresco aire de la noche. Si pudiese estirar mi mano y agarrar sus palabras, las abrazaría a mi pecho. Su voz susurrante dijo la mejor oración del mundo. 
“Te quiero”. 

Algún día, este pequeñito va a ser un hombre. Ya nunca más voy a escuchar estas dulces palabras susurradas para mí en las altas horas de la noche. Solo el ruido de máquinas y mi esposo roncando. Entonces, voy a dormir en paz en las noches, sin ninguna preocupación de un niño enfermo o un bebé llorando.

Todo eso será solo un recuerdo. Estos años de ser necesitada son agotadores, pero muy pasajeros. Tengo que dejar de soñar con “aquel día” cuando las cosas serán más fáciles. Porque la verdad es que, tal vez si sean más fáciles, pero nunca serán mejor que en el presente. 

Hoy, cuando me encuentro cubierta en baba de guagua y mocos de niños. Hoy, cuando siento esos bracitos gorditos alrededor de mi cuello. Hoy es perfecto. 
“Algún día” voy a hacerme pedicuras y tomar mis duchas sola. “Algún día” voy a recibirme de vuelta a mí misma. 

Pero, hoy día me entrego a los demás y estoy cansada, sucia y tengo tanto amor alrededor mío, pero estoy feliz”. 
Y, me tengo que ir, alguien me necesita.
.
.
Autor: Megan Morton - Huffington Post.

NO, NO, NO

No corras.
No saltes.
No grites.
No des golpes.
No pintes ahí.
No hagas ruido.

No tires el agua.
No dejes nada en el plato.
No ensucies.
No bebas mas.
No comas eso.
No. No. No. No seas un niño.

No escupas.
No salpiques.
No comas con la boca abierta.
No te metas el dedo en la nariz.
No te tires al suelo.
No toques.

No saltes en el sofá.
No te subas ahí.
No entres en la cocina.
No saques mas trastos.
No lo cojas con los dedos.
No. No. No. No seas un niño.

Para. Escucha. Mira.

Mañana gritarás, sí, gritarás! NO, NO CREZCAS!

Cuando ya nadie te desmonte el salón, y la cama sólo sirva para dormir, y no huela la basura a pañal sucio, y nadie pinte la tele.
Cuando vuelvas a tener todo ese tiempo libre con el que no sabrás que hacer. Cuando ninguna de tus camisas lleven manchas de chocolate, ni de leche, ni de kétchup. Cuando nadie salte en tu sofá.
Cuando la tele vuelva a ser para ti, y ya no sepas los nombres de todos los dibujos animados. Cuando el coche sea un lugar pulcro y ordenado y no haya restos de galletas por todas partes.
Cuando la nevera esté llena de cervezas y Martini y no de yogures, y ya no recuerdes cómo hacer macarrones con tomate.
Cuando vayas de tiendas y pases de largo por la sección de infantil. Y las tiendas de juguetes sean grandes desconocidos.
Cuando ya no compartas tu cama con sus muñecos. Cuando te de igual que bajen el IVA a los pañales. Cuando ya no te interese quien es el nuevo ministro de educación
Y cuando un parque sea de nuevo sólo para pasear al perro. Cuando el termómetro sea un desconocido en tu casa, y no tengas tres botes distinto de gel infantil. Cuando las tiritas vuelvan a ser de color carne y no de colorines.

Entonces, seguro que estarás pensando que recuerdan más de su infancia? Los NO o los te quiero?

Párate. Escúchales. Mira. Y sonríe. Esto no durará siempre.
.
.
De Princesas y princesos 
http://princesasyprincesos.es/2015/07/27/no-no-no/

miércoles, 3 de febrero de 2016

DESDE TU PRIMER LATIDO

Dicen que no hay amor más grande que el amor de una madre por sus hijos, y es cierto, lo comprobé el día que me enteré de tu presencia, en el día en que me enteré que tendría la dicha de ser madre.

Nunca creí amar de esta manera, así sin conocerte, te convertiste en el amor de mi vida. Cuando supe de ti, experimente esa clase de amor que es capaz de superarlo todo, esa clase de  amor que te dibuja la sonrisa por el simple hecho de saber que nunca más  volverás a estar sola.

Cuando escuche tus latidos por primera vez, descubrí que lo que antes llamé felicidad no  fue nada comparado con lo que sentí aquella vez, ver tu cuerpecito en el monitor, me hizo comprender la belleza y la perfección que significa ser mujer; la capacidad que tenemos de crear, de amar, de dar vida.

Fuiste creciendo dentro de mí y te convertiste poco a poco en el mejor de mis sueños, hablar contigo se  volvió mi actividad preferida, imaginar tu carita, tus ojos, tu boquita, el tono de tu risa.

Esperaba ansiosa tu llegada, conocer el color de tu mirada, pasaron los meses observando como mi cuerpo cambiaba, disfrute tanto tenerme en mis entrañas y me dedique a tejer entre estambres nuestros sueños, decoré tu habitación, y supe que en adelante sería yo la responsable de velar por tu felicidad, de hacer realidad tus sueños, de enseñarte el camino, de construir tus anhelos.

Y como olvidar el día en que por fin te conocí, la emoción que sentí cuando por primera vez te vi. Toque tu rostro suavecito, te abrace a mi cuerpo y supe que nunca más quería estar lejos de ti.

Te hice la promesa de cuidarte ,de  hacerte sonreír, de construirte un mundo en el que fueras feliz, y es que si fuese necesario, daría la vida entera por ti.

Te convertiste en mi motor, en mi esperanza y tu risa en mi debilidad, tu carita tierna y tu tierna voz mi mejor regalo cuando aprendiste a decirme “mamá”

Tú el amor de mi vida, mi impulso, mi fe, mi alegría.


Autor: Laura He - sermejorpersona.com

HAS TENIDO UN BEBÉ HUMANO

"Si tu bebé come cada poco rato, llora si se queda solo, no se duerme sin tu pecho y le gusta que lo cojas en brazos... ¡enhorabuena! HAS TENIDO UN BEBÉ HUMANO que, además de todas las necesidades de un mamífero, tiene una individualidad que le hace luchar por lo que necesita. Y a no ser que le apaguemos ese deseo innato a fuerza de ignorarlo repetidamente, hará valer sus derechos resistiéndose o llorando. 
Si tienes un bebé que se rebela cuando intentas que duerma solo o que coma más de lo que necesita, no oigas a quienes te digan que te ha salido un niño «malo» o «dictador»."

Nohemí Hervada

.........................................................
Gracias a @NacerJuntos
nacerjuntos@outlook.com
http://nacerjuntos.wix.com/maternidad

domingo, 31 de enero de 2016

NUNCA HE SIDO TAN LIBRE

Antes de ser nosotrxs yo era solo yo, y entonces creía que era yo la que decía y deseaba, que era quien tenía, era y decidía...

Antes de ser nosotrxs, este cuerpo que ahora te acuna, te acompaña y te sostiene era mío, y en ese entonces, que parece tan lejano, yo me creía dueña y poseedora de él, creía que era quien dictaba las normas y daba los permisos, que era mío y solo mío, que nadie tenía poder sobre él, ni sobre él intervenía; obvio entendía del cuerpo que se construye socialmente, de las miradas y paradigmas culturales que conforman mi interior, pero todo de cabeza y por ese entonces me creía mujer liberada y fin de la historia.

Ahora que tu lo habitas y lo has reclamado como tu tierra, me doy cuenta que jamás fue tan mío como ahora que es nuestro, que antes de nosotrxs no era yo quien tenía poder sobre él y que es ahora cuando lo hemos hecho tu regazo que me devuelves mi cuerpo hecho mío.

Ahora que se ha llenado de sentido, ahora que he tenido que defenderlo de los "deber ser" y las normas sociales, de lo correcto y los modelos ( de mujer, madre y ser humano) para hacer de él tu nido y raíz, ahora que he entendido que es poderoso, insumiso y rebelde por amarte y brindarse para tu sostén.... ahora, por fin empieza a ser mío, ahora que lo he defendido para ti, lo he fortalecido para ti, ahora que en el tránsito de hacerme madre he tenido que saber de mi, escucharme a mi, quererme a mi a la par que he sabido de ti, te he escuchado a ti y te amado a ti, ahora, recién ahora este cuerpo empieza a ser mío.

Antes de ser nosotrxs, este corazón que ahora acompasa tus latidos, se une a tu pulso y a tu ritmo vital, era mi corazón. Y como tal lo creía el centro de mi amor, el núcleo de mis afectos, la voz de mis deseos. Lo enarbolaba como la más grande prueba de mi bondad y generosidad, de mi capacidad de fundirme con el otrx y entregar mi amor... ahora que nos hemos gestado y que tu has nacido a la vida y yo he renacido a ella, ahora que me he transformado en regazo que nutre y protege y en puente que comunica con el mundo, recién ahora he visto lo cerca que está el corazón de los "es por tu bien" y "a mi me duele más que a ti", ahora puedo percibir el amor del corazón como un amor inventado para poder hacer de él instrumento de condiciones y condicionamientos, de reglas y carencias. Ahora que me has habitado puedo por fin amar y entender mi útero, mis entrañas como el centro de todo amor y deseo, como la capacidad innata de desear y complacer tu bienestar, tu felicidad y satisfacción y a través de ello entender una nueva dimensión del amor, sin fronteras, ni porqués, tan solo amar por el placer de hacerlo y nutrir por el deseo de hacerlo

Antes de ser nosotrxs poseía mis principios, mi ética, que creía míos e invaluables… valores y principios productos de mi historia, pero también de la de aquellxs que me precedieron. Antes de ser nosotrxs, había estudiado y aprendido muy bien mis verdades absolutas y las había llenado de razones; creía en el sentido común y en el orden de las cosas. Tú me hiciste carne, me hiciste tomar conciencia de la sangre que me recorre, el aliento que me invade, la masa de tejidos, músculos y huesos que me conforman; en el acto de gestarte y darte vida tome conciencia de mi propia existencia y de golpe empezó a pensar más la vida y menos la supervivencia. Y todo aquello “bueno y malo”, “mejor y peor”, “correcto e incorrecto” dejó de ser referente y horizonte sobre el que medir y empezó a pesar la alegría, el bienestar, la risa y la fusión (la tuya, la mía, la suya, la nuestra) como camino a elegir.

Antes de ser nosotrxs, era solo yo, un yo hecho de retazos de todas aquellas “verdades” heredadas y trasmitidas por todxs aquellxs que también se creyeron suyxs. Antes, era solo un cúmulo de todo aquello que los condicionamientos y paradigmas dejaron para mi, un yo que se creía suyo, pero que en realidad estaba atravesado por todo lo que se suponía verdadero y bueno, cuestionado por mi tal vez en la superficie, pero no en su raíz.

Ahora, hijx, ahora que soy nuestra, tengo que reinventarme y reinventar un universo posible para todos tus posibles, ahora no tengo más remedio que desnudarme, sacarme el traje aprendido, el vestido heredado, la máscara impuesta, empinarme sobre mis miserias para ponerme a tu altura y entregarme a nosotrxs, sin muchas certezas y con muchas preguntas, sin muchas verdades, pero deshaciendo las mentiras. Ahora que soy nuestra y no solo mía, me doy cuenta que nunca he sido tan libre para ser yo misma.

Autor: Violeta Osorio - Fb Mamíferas

¿SABES MAMÁ?

SABES MAMÁ?

Mamá hazme un espacio, detente un momento…, mira que a mi corta altura descubro grandes cosas…, escucha lo que tengo que decir:

¿Sabes mamá que mis palabras no alcanzan para describir lo que miro?, ¿Sabes mamá que quiero saber qué es todo y por qué pasa cada cosa?, ¿Sabes mamá que insisto en que me mires porque no quiero que te pierdas el mundo?, ¿Sabes mamá que yo veo arco-iris en las cosas simples y quiero agacharme mas para preguntarle de dónde vienen y a dónde van?…

Mamá mira mis ojos con sorpresa, sonríeme cuando me veas, toma mi mano al caminar, contesta mis preguntas, ven si te llamo, háblame de lo que está pasando y de lo que va a pasar… Sabes mamá…, a mi todo me interesa, yo siempre tengo tiempo para ti…

Mamá llévame en brazos mas veces, léeme un cuento, el mismo, no me importa, porque yo no escucho tanto la historia como tu voz, porque no me emociona tanto el final como tus gestos, lo que aprecio es tu compañía.

¿Sabes mamá que para mi eres el mundo? 

Mamá no me mientas, no dejes que nadie lo haga, protégeme de todo y de todos, yo confío en que lo harás…

¿Sabes mamá que tu eres mi lazo con otros mundos, cárgame. ¿Sabes mamá que quiero ver lo que ves desde tu altura? Ven mamá, bésame mas, hazme mas cosquillas, acaricia mas mi cara, mi pelo, mis manos. 
¿Sabes mamá que adoro que estés pendiente de mi? 

Mamá, ven, juega conmigo, sé mi cómplice, tengamos un código secreto para decirnos cuánto nos amamos… 
¿Sabes mamá que estoy creciendo todo el tiempo y que aunque creas que sí, no te das cuenta?

¿Sabes mamá que siempre me emociona verte?, ¿Sabes que me gusta charlar contigo, cantar, bailar, reir, llorar y dormir contigo?, ¿Sabes mamá que yo también tengo respuestas y enseñanzas para ti si pones atención?

Mamá ven, mírame una vez mas, hazme mas espacio en tu vida, en tu mente, en tu corazón…, si más. 
¿Sabes mamá que yo no tengo noción del tiempo y aún y todo el mio siempre es tuyo?

Mamá, ven te abrazo, déjame olerte, sentirte, quererte mas y mas, déjame apretar tu cuerpo con el mío, sentarme en tus piernas, tomar tu cara entre mis pequeñas manos… ¿Sabes mamá que esos momentos siempre llenarán mis recuerdos? 

Mamá no me tomes tantas fotos, mejor ven y tómalas con tus ojos, recuerda mamá que la vida es pronta, corta, es ahora y no mañana, ven y vive y siente conmigo, mamá yo me alejo un milímetro cada día, es la vida que me llama, ven ahora mientras te llamo yo.

Mamá dime mas seguido que me amas y mírame a los ojos.

¿Sabes mamá cuánto te amo yo?

¡Mira mamá otro arcoiris en el suelo!, ¡Vamos a preguntarle de dónde viene y a dónde va!”

Karla Lara - Mama Natural

NO QUIERO QUE TE PAREZCAS A MI

No quiero que te parezcas en lo más mínimo a mí, 
ni siquiera en una pestaña.

No eres la continuación ni de mi apellido, 
ni de mi maligna forma de ser.
No eres mi apéndice, pues eres única e indispensable.

No deseo estar en la primera fila de tu graduación, 
ni llorar en tu matrimonio.
No serás lo que nunca pude ser, 
ni te lanzaré por senderos que hubiera querido recorrer.

Eres sencilla y llanamente diferente, 
desafiante al exponer tus puntos de vista 
y realmente quisiera que seas tu propia escultora, 
que tu cincel haga pedazos las asperezas 
y redondee las puntas que te afligen.

Eso solo lo puedes hacer tú, 
no fabriques tus cimientos y columnas sobre nadie, 
sé fuerte, sé digna, 
no regatees ni en las tiendas y mucho menos en el amor.

Por sobre todas las cosas del mundo, 
solo te pido algo:

Sé todo lo que quieras ser, mientras te haga feliz: 
Vende helados, ilusiones, compra nubes, pendientes, 
zarandea a la vida y no sigas a los demás, 
no creas en lo que te digan, solo hazlo si a ti te apetece.

Sé timón, nunca ancla, 
sé mar, nunca arroyuelo, 
sé tú, solo tú.
.
.
Autor desconocido

lunes, 25 de enero de 2016

LO QUE NADIE LE DICE A LAS EMBARAZADAS

"El parto", quizá ese sea el mayor miedo, además de la salud  del bebé. Pero NO, el parto no es lo peor, Si, si duelen horrible las contracciones. Si, si hay que pujar con la fuerza que no sabías que tenéis. Pero eso apenas es el principio, una vez que sale el bebé vienen litros de sangre, viene la placenta que al menos a mí me dolió más que la cría, viene la cocida de la episiotomia o en mi caso, del desgarre en la vagina. 

Empieza el puerperio, (período de 40 días post parto), para empezar el camisón horrible del hospital con el que se te ve todo el culo si te levantas de la cama, porque esta todo abierto por la parte de atrás y cubre la parte del pecho, Imagínen tener que dar teta con eso...misión imposible, deberían hacer un camisón cerrado del culichi y abierto de los senos para las recién paridas!

Ahí estas tú intentando que el bebé, que no para de llorar, se agarre de la teta. Y no se agarra, y si se agarra te duele, y si te duele lo quitas, llora, y vuelve a empezar. Tú estás toda zombie, llevas casi 24 horas sin dormir, las uñas negras de sangre, el anticamison manchado, el pelo enmarañado, dolor hasta en el hígado, usas un pañal enorme y sientes las nalgas mojadas de sangre, y unas ganas de llorar que no puedes con ellas. Y no es llanto de felicidad noooo, son de angustia, de estrés, de ¿quien coño me mandaría meterme en esto?, de pena. Y de no sentir por tu bebé nada más que ganas de que duerma y te deje en paz un rato.

Ese es el panorama de la puérpera, y lo peor es que no mejora, crees que en casa todo ira mejor...pero No. Te duele la herida de la episiotomia, de la cesárea o en mi caso;, las puntadas de la reparacion del desgarre. Te arde, no puedes sentarte, ni orinar, mucho menos cagar, y entonces... tu bebé coge el gusto de comer cada 15 minutos o 5. ¿No que un bebé duerme mucho? No que comen cada 3 horas? Jaa jaa  llegas a la realidad mamita! 

Las grietas de los pezones no paran de sangrar, las visitas no paran de llegar y empiezas a odiar a todo el mundo, sólo deseas que el bebé se duerma, que deje que tus grietas se cierren, que te dejé dormir aunque sea una hora... Y empiezas a pensar que vaya mierda de madre eres, que no quieres a tu hijo, y entonces empiezas a odiarte Tú.

Imaginabas que tu cuarentena sería hermosa,tú con el bebé en brazos luciendo radiante y una gran sonrisa para recibir a tus amigos y familiares, pero NOo, estas despeinada, con unas ojerotas, las chichis que revientan de leche y el bebé llorando de hambre o de que esta bien cagado ya. Sientes envidia de tus amigas, envidia de su libertad, de lo arregladas que van y de que ellas pueden dormir y No tienen que estar fajandose y echándose cremas para la flacidez y sobre todo de que ellas no tienen la vagina adolorida.

No quieres estar a solas con tu bebé porque quieres ayuda y cuando tienes ayuda, deseas que todos se vayan, sientes una soledad...esa es la soledad  de la puérpera. Una soledad cruda, triste y difícil, muy difícil. Nada es como habías imaginado, miras a tu bebé y nisiquiera sientes ese amor desmedido del que te habían hablado...sólo sientes soledad, tristeza y ganas de huir. Y sientes que eres la peor madre del mundo.

Todo esto que cuento arriba es la historia de mi puérperio, o lo que llaman comúnmente, "cuarentena". Pero podría ser la historia de cualquier reciente mamá. El puérperio es una etapa oscura que poco o nada te cuentan. Muchos estarán pensando " pinche Karen loca, dramática" pero nooo, es una realidad que estuvo a punto de llevarme a la depresión post-parto.

Por eso les digo a todas las mujeres que acaban de ser madre o están en proceso, que sigan su instinto de madre, que pidan ayuda si la necesitan,que no sientan vergüenza por estar tristes, que lloren cuando lo sientan. Claro que se ama a los hijos, pero tenemos un proceso dificil despues de dar a luz. Las radiantes son las de telenovelas o las que usan photoshop..las mujeres de verdad tenemos celulitis, estrías, nos queda la panza flacida y lloramos en la cuarentena. Y punto!

domingo, 24 de enero de 2016

LOS ABUELOS

LA IMPORTANCIA DE LA ABUELA /O EN LA VIDA DE UN NIETO O NIETA Y VICEVERSA. IMPERDIBLE. NO DEJES DE LEERLO.-

Orchanski es un pediatra cordobés muy reconocido, y éste es un
artículo que publicó en uno de los diarios de Córdoba.
Los abuelos no sólo cuidan; son el tronco de la familia extendida,
aportan algo que los padres no siempre vislumbran: pertenencia e
identidad.

En los últimos 50 años, nuestro estilo de vida familiar cambió drásticamente como consecuencia de un nuevo sistema de producción.

La inclusión de la mujer en el circuito laboral llevó a que ambos
padres se ausenten del hogar por largos períodos creando como
consecuencia el llamado “síndrome de la casa vacía”. El nuevo
paradigma implicó que muchos niños quedaran a cargo de personas ajena al hogar o en instituciones. Esta tercerización de la crianza se
extendió y naturalizó en muchos hogares. Algunos afortunados todavía
pueden contar con sus abuelos para cubrir muchas tareas: la
protección, los traslados, la alimentación, el descanso y hasta las
consultas médicas.

Estos privilegiados chicos tienen padres de padres, y lo celebran
eligiendo todos los apelativos posibles: abu, abuela/o nona/o bobe,
zeide, tata, yaya/o opi, oma, baba, abue, lala, babi, o por su nombre,
cuando la coquetería lo exige.
Los abuelos no sólo cuidan, son el tronco de la familia extendida, la
que aporta algo que los padres no siempre vislumbran: pertenencia e
identidad, factores indispensables en los nuevos brotes.
La mayoría de los abuelos siente adoración por sus nietos. Es fácil
ver que las fotos de los hijos van siendo reemplazadas por las de
estos. Con esta señal, los padres descubren dos verdades: que no están
solos en la tarea, y que han entrado en su madurez.

El abuelazgo constituye una forma contundente de comprender el paso
del tiempo, de aceptar la edad y la esperable vejez. Lejos de
apenarse, sienten al mismo tiempo otra certeza que supera a las
anteriores: los nietos significan que es posible la inmortalidad.
Porque al ampliar la familia, ellos prolongan los rasgos, los gestos:
extienden la vida. La batalla contra la finitud no está perdida, se
ilusionan.

Los abuelos miran diferente.
Como suelen no ver bien, usan los ojos para otras cosas.

Para opinar, por ejemplo. O para recordar.
Como siempre están pensando en algo, se les humedece la mirada; a
veces tienen miedo de no poder decir todo lo que quieren.
La mayoría tiene las manos suaves y las mueven con cuidado.

Aprendieron que un abrazo enseña más que toda una biblioteca.
Los abuelos tienen el tiempo que se les perdió a los padres; de alguna
manera pudieron recuperarlo. Leen libros sin apuro o cuentan historias
de cuando ellos eran chicos. Con cada palabra, las raíces se hacen más
profundas; la identidad, más probable.
Los abuelos construyen infancias, en silencio y cada día.

Son incomparables cómplices de secretos.

Malcrían profesionalmente porque no tienen que dar cuenta a nadie de
sus actos. Consideran, con autoridad, que la memoria es la capacidad
de olvidar algunas cosas. Por eso no recuerdan que las mismas gracias
de sus nietos las hicieron sus hijos. Pero entonces, no las veían, de
tan preocupados que estaban por educarlos.

Algunos todavía saben jugar a cosas que no se enchufan.
Son personas expertas en disolver angustias cuando, por una discusión
de los padres, el niño siente que el mundo se derrumba.

La comida que ellos sirven es la más rica; incluso la comprada.
Los abuelos huelen siempre a abuelo.

No es por el perfume que usan, ellos son así.

¿O no recordamos su aroma para siempre?
Los chicos que tienen abuelos están mucho más cerca de la felicidad.

Los que los tienen lejos, deberían procurarse uno (siempre hay buena
gente disponible).

FINALMENTE Y PARA QUE SEPAN LOS DESCREIDOS....

LOS ABUELOS NUNCA MUEREN, SOLO SE HACEN INVISIBLES. NO DEJES DE QUE TU HIJA/O DEJE DE ESTAR, COMPARTIR CON SU ABUELA/O. SIEMPRE TE LO AGRADECERÁ. ELLOS LAMENTABLEMNTE SEGÚN LA LEY DE LA VIDA TIENEN LA PARTIDA MÁS CERCA.-

sábado, 23 de enero de 2016

CRECERÁ

No se preocupe, su hijo va a soltar el chupete.
Va a dejar de usar pañales, va a salir de su cama.
Su hijo va a destetar, del pecho y / o de la mamadera.
Su hijo va a dejar de querer el "dormir" a la noche.
Él va a aprender a hacer su propio pan con mantequilla,
Va a dejar de llorar cuando usted lo deja en la escuela.
Su hijo va a querer que usted lo deje en paz,
Así como muchas veces usted desea, en silencio.
Su hijo va a dejar de hablar de "Cabeu" (y usted de corregirlo),
Va a dejar de garabatear las paredes.
Va a hacer opciones que usted no cree correctas,
Y usted no va a poder ponerlo en el rincón del pensamiento por eso.
Su hijo va a parar de llorar en público,
De retorcerse por el juguete de la tienda.
Su hijo va a amar a otras personas en la vida,
Y tal vez usted sienta celos.
Un día vas a lavar calcetines más grandes que las suyas,
Un día la falta de sueño tendrá otro significado para usted.
Un día verás que la universidad es más cara que pañales.
Un día serás tú quién necesitará regazo.
No tenga tanta prisa.
Puede ser que un día te extrañe todo eso.
Disfruta el amor recíproco entre ustedes,
En todas sus formas de demostración, en todas sus fases.
Disfruta de la vida.
Disfrute de sus hijos.

NO AL MÉTODO ESTIVILL

En días pasados casualmente tres mamás (que no se conocen entre sí), me preguntaron qué opinaba de dejar llorar al niño para que aprendiera a dormir, una me dijo que una "amiga" le comentó que en una semana quedaba hecho, otra me dijo que la pediatra le recomendó y en 5 días ya dormía el bebé... yo no concibo 5 o 7 días dejar llorar a un bebé (aunque no sea mío), entonces les conseguimos este artículo muy bueno sobre porque no aplicar este radical método para hacer que los bebés duerman... Que lo disfruten!


"Por qué no hay que aplicar el método Estivill...

Muchas veces, en alguna reunión social o en alguna conversación entre padres en el parque, surge el tema Estivill. Sigo sorprendiéndome de la naturalidad con la que comentan su eficacia quienes lo han aplicado. Por eso hace tiempo que tengo pendiente escribir este post. Pero antes, hablemos de este señor, Estivill, y lo que propone para hacer dormir a los niños.

No todo el mundo sabe que lo que ha hecho este pediatra es copiarse un método ideado por el estadounidense Ferber, que consiste en aumentar progresivamente el tiempo que se deja llorar al bebé en la cuna por las noches, hasta que deja de llorar del todo (total, nadie va a acudir). De manera que Estivill no ha hecho nada original.

¿Y funciona? Pues sí: los niños acaban durmiendo. Con este argumento, los padres que defienden el método justifican su decisión. Pero, en la crianza (y en la vida), el fin nunca justifica los medios.

Estas son algunas de las razones por las que no hay que aplicar el Estivill:
1.Los niños no llegan a dormir como los adultos hasta cumplidos los 6 años. Es decir, hasta esa edad, los despertares nocturnos son normales. No hay nada de malo en un bebé que se despierta por las noches. El problema lo tienes tú, no tu bebé.

2.Tú sabes que tu bebé está perfectamente a salvo en su cuna. Pero tu bebé no sabe que está a salvo. Para él, la mayor amenaza es no tenerte cerca. Gracias a este instinto, que está escrito en su código genético desde que existe la especie humana, es que hemos podido sobrevivir. Imagina a un bebé abandonado a su suerte en una pradera prehistórica, presa fácil de cualquier depredador. Sin el instinto de llorar al sentirse en peligro, y así alertar a su madre, sus minutos están contados. Tu bebé, en el siglo XXI, comparte el mismo código genético que ese bebé prehistórico. Para él, la amenaza de estar a oscuras, solo en una cuna, sigue siendo tan real como la del bebé expuesto a ser devorado por las fieras.

3.Los bebés no piden lo que no necesitan. No está tratando de manipularte, ni de salirse con la suya: eso lo hacemos los adultos. La necesidad de contacto para un bebé es tan importante y vital como la necesidad de alimento. Pretender que un bebé se quede tranquilito en su cuna sin chistar y que duerma toda la noche es un sinsentido. De acuerdo con Rosa Jové, sólo un 10 o un 15% de los bebés son capaces de dormir 10 o 12 horas de un tirón a la edad de 7 meses.

4.Un bebé espera ser atendido cuando llora. Si nadie acude, comprenderá que de nada sirve hacerlo, que él no es importante: que no es amado. Y arrastrará este condicionamiento (y la consecuente falta de autoestima) hasta la vida adulta. Aprenderá que no vale la pena luchar, que la batalla está perdida de antemano. Lamentablemente, son demasiados los adultos hoy en día que ven la vida de esta forma. Y esto es algo trágico.

5.Un niño es un ser humano y merece el mismo respeto que un adulto. Esto incluye el respeto a sus propios procesos naturales. ¿Le negarías atención a un adulto que sufre, sólo para que «aprenda»?

6.Un niño que siente miedo y cuyo llanto no es atendido, segrega adrenalina y otras sustancias que hacen que en todo su organismo se active un estado de alerta (igual que te ocurre a ti en situaciones de peligro). Llega un momento en que la amígdala, una parte del cerebro emocional, se colapsa. Entonces el organismo empieza a segregar nuevas sustancias (endorfinas, serotonina) para combatir ese estado de alerta, pues no se puede mantener por demasiado tiempo. Es entonces cuando el niño, drogado por su propio organismo, se duerme. ¿Ha aprendido a dormir? No. Se ha autodrogado (Dormir sin Lágrimas, Rosa Jové). En esto es que se basa el Estivill. Cuanto más pequeño es el niño, mayor es el estado de shock al que se le somete.

7.Una exposición prolongada a la adrenalina y otras hormonas del estrés trae muchas secuelas negativas, como el daño de células cerebrales y una «desregulación duradera de la bioquímica cerebral» (Jové),  con consecuencias como depresión, trastornos del apego, indefensión aprendida, ansiedad, hiperactividad…

8.Si no te hubiesen convencido de que el método Estivill es sano, no lo harías. No conozco una sola madre que no haya tenido la más mínima duda de estar haciendo lo correcto al escuchar llorar a su bebé y no acudir. Pon la mano en tu corazón y pregúntate si realmente quieres hacer esto. ¿A que no? ¿A que todo tu cuerpo te está pidiendo que acudas de inmediato y cojas en brazos a tu hijo, y le cantes y arrulles hasta que este dormido? Pues eso es exactamente lo que tienes que hacer, lo que la naturaleza te ha programado para que hagas. ¿Por qué vas a dar más crédito a un médico que le pone su nombre a un método que inventó otro que a tu propio corazón? ¿Quién es quién para decirte que es malo coger a tu hijo y cantarle?

9.Existen otras alternativas. Si tu bebé se despierta cada hora y media (como lo hacía el mío), si estás agotada y no puedes más, existen formas respetuosas de ayudar a tu bebé a conciliar el sueño más rápidamente, y a volver a dormirse sin ayuda cuando se despierte por la noche. Te recomiendo el libro El Sueño del Bebé Sin Lágrimas de Elizabeth Pantley, que puedes conseguir en Amazon entrando aquí. A mí me cambió la vida, y sin derramar ni una sola lágrima. Ninguno de los dos."


Fuente:
http://naceunamama.com/600/por-que-no-hay-que-aplicar-el-metodo-estivill

Leer más artículos:
◾Declaración sobre el llanto de los bebés, firmada por varios médicos y otros profesionales:http://www.durga.org.es/webdelparto/declaracin_sobrellanto_de_los_bebs.htm

◾"La criatura que duerme sola es una novedad histórica", por el antropólogo James McKenna: http://www.tenemostetas.com/2011/07/la-criatura-que-duerme-sola-es-una.html

◾El cerebro del bebé, documental de Redes:http://www.holistika.net/infancia/crianza/el_cerebro_del_bebe.asp

◾Desmontando a Estivill, por la psiquiatra infantil Ibone Olza:http://iboneolza.wordpress.com/2012/06/06/desmontando-a-estivill/

NI UN BIBERÓN

Es bastante habitual que durante los días de internación luego del nacimiento, muchos padres soliciten que, por una u otra razón, a sus bebés se les suministre algún biberón de fórmula. En general, situaciones relacionadas con episodios de llanto del bebé (que se asocian directa y únicamente con hambre), o grietas en los pezones que hacen muy doloroso el amamantamiento, o la presencia de calostro que, al presentarse en un pequeño volumen, le hace pensar a la madre que su leche es insuficiente y su bebé se queda con hambre, son los principales motivadores para solicitar ese biberón. Y muchas veces este pedido no es cuestionado ni rechazado por el personal de salud de los hospitales que, para evitarse un dolor de cabeza y no tener que lidiar con una madre desesperada, acceden a proveer el ansiado “salvavidas”.

Ya de regreso en casa, es posible que la lactancia comience a funcionar mejor, que la madre ya sienta los síntomas de la bajada (o subida) de la leche que suele ocurrir entre el tercer y quinto día postparto, que con algo de ayuda haya logrado corregir la postura o el agarre de su bebé que antes le había ocasionado una grieta, y que las cosas empiecen a marchar como lo habían esperado. Y aquel biberón de los primeros días quedará en el olvido, como una “ayuda” que no podría haber causado ningún problema, sino todo lo contrario. ¿Pero será realmente así?

Marsha Walker, enfermera titulada (RN) y consultora internacional certificada de lactancia (IBCLC), escribió un artículo llamado “Just One Bottle Won’t Hurt… or Will It?” (que se traduciría como "Un único biberón de fórmula no causará ningún daño… ¿o sí?”), en el que realiza un análisis de los riesgos que potencialmente representa ese único biberón en un bebé recién nacido. Allí explica que los bebés nacen con el intestino estructural y funcionalmente inmaduro. La pared intestinal posee pequeños intersticios que toman varias semanas en madurar y cerrarse y, hasta entonces, representan una puerta de entrada para ciertas proteínas enteras y agentes patógenos. Mientras esos intersticios están abiertos, existen mayores riesgos de infecciones como la Enterocolitis Necrotizante, enfermedades diarreicas y alergias en el recién nacido. Es por ello que, sabiamente, la naturaleza dotó al calostro y a la leche materna de una proteína específica, la IgA secretora, una inmunoglobulina que recubre los intestinos, proporcionando la inmunidad necesaria durante ese tiempo en que estas pequeñas aberturas del intestino aún no se han cerrado. La IgA secretora es un antígeno específico: son anticuerpos capaces de reconocer y unirse a los patógenos para los cuales están dirigidos, y así poder destruirlos.

Cuando se administran suplementos de fórmula a los bebés recién nacidos alimentados con leche materna, así sean pequeñas cantidades (tan sólo un biberón en 24 horas), se producen cambios en los patrones de la flora intestinal, pasando de tener predominantemente bifidobacteria (que protege al recién nacido contra infecciones gastointestinales) a tener una mayor presencia de enterococo, haciéndola casi indistinguible de la flora de un adulto. Tomaría entre 2 y 4 semanas de alimentación con lactancia materna exclusiva para que el intestino vuelva a un estado que favorezca la flora Gram positiva.

Algunos bebés pueden presentar sensibilidad a la proteína de la leche de vaca por la sola ingesta de un único biberón de fórmula. Y en los niños que, además, tienen una mayor predispoción por herencia familiar, la exposición temprana a las proteínas de leche de vaca puede aumentar el riesgo a desarrollar Diabetes Mellitus. Evitar esta proteína durante los primeros meses de vida puede reducir el desarrollo posterior de esta enfermedad o retrasar su aparición en individuos susceptibles.

Por eso, al menos que sea bajo estricta indicación médica justificada, no es conveniente suministrar otra leche que no sea materna a un bebé recién nacido. Entender que esto no es inocuo, que no da lo mismo, quizás ayude a muchas familias a pensarlo dos veces antes de pedir un suplemento de fórmula que no es realmente necesario y a exigir que si el bebé pasa algún tiempo en la sala de neonatos separado de su madre por las razones que sean, el personal a cargo no le suministre ningún tipo de complemento, respetando el deseo de la familia de que su bebé sea alimentado exclusivamente con calostro y leche materna.

Aquí el artículo completo y las correspondientes referencias médicas: http://www.health-e-learning.com/articles/JustOneBottle.pdf