miércoles, 3 de abril de 2013

SOLTAR EL VASO

Una psicóloga en una sesión grupal levantó un vaso de agua, todo el mundo esperaba la pregunta: ¿Está medio lleno o medio vacío? Pero su pregunta fue otra: “¿Cuánto pesa este vaso?” Las respuestas variaron entre 150 y 300 gramos. La psicóloga comentó: “El peso absoluto no es importante, sólo depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no es problema; si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo; si lo sostengo un día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, más difícil de soportar se vuelve. Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellos un rato, no pasa nada. Si piensas un poco más empiezan a doler, y si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada. ¡Acuérdate de soltar el vaso!

GUILLERMO FARBER

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