lunes, 7 de febrero de 2011

ROPA

Hoy fué un día sumamente extraño, no había descansado desde hacía ya dos semanas, supongo que mi cuerpo me pedía un desconecte.

La idea de quemar mi recámara me despertó a las 11.00 am y después de dar vueltas en mi cama durante dos horas decidí levantarme para hacer limpia en mi closet.

Es increíble la cantidad de mierda que puedo coleccionar en mi cuarto, pedazos de comida, trozos de ropa, tickets de compras inútiles, cabellos,  polvo con incrustaciones de mi piel, todo, de repente odié todo, y quise tirar todo a la basura porque ahí es donde pertenece, sin embargo soy muy cobarde como para tirar mis recuerdos e hice lo que toda persona sensata haría, tirar mi ropa.

Siempre he sido muy organizada en cuanto a mi closet, de izquierda a derecha tengo todo acomodado por "ocasión", por ejemplo empiezo con faldas, luego pantalones de vestir, jeans, blusas livianas, vestidos livianos, blusas elegantes y formales, blusas de fiesta, vestidos nuevos, uniformes, blusas de vestir, sudaderas, chamarras livianas, chamarras rompevientos, abrigos elegantes, abrigos de vestir, y a lo último pueden encontrar vestidos de fiesta... pasa lo mismo si volteo a ver mis zapatos y tambien al abrir mis cajones.. fue fácil entonces irme paso por paso eligiendo qué tirar y qué no tirar, al final me quedé con poco menos de la mitad de todo mi guardarropa y debo confesar que la experiencia me ha resultado de lo mas liberadora.

Me dí cuenta que la ropa que elegí tirar es muy bella y me dió grandes satisfacciones, cada prenda guarda con ella recuerdos de los días en que la usé, sin embargo también me dí cuenta que no la uso desde esos mismos días, tampoco fue una sorpresa toparme con blusas y vestidos totalmente nuevos, sin estrenar, y no sé por qué.

Cuando terminé de limpiar estaba tan enojada conmigo misma, me sentí vieja, decrépita, mucha de esa ropa ya ni me quedaba y la guardaba con la pendeja ilusión de que "un día" cabría de nuevo en esos pantalones que usé en la prepa o en esa blusita que lucía en mis tiempos de gimnasio, eso nunca volverá a pasar incluso si vuelvo a dejar de comer o me la pasara vomitando todo el día, así que me rendí y me fuí a la cocina a prepararme un platón de porquerías con chamoy, limón y mierda, acompañado de whisky con coca cola y me fui a mi cuarto a tirarme en la cama a comerme todo eso mientras veía Skins y Gummo.

Es mi nuevo paraíso.

Todo cambia, la ropa, la comida, los pensamientos, mis recuerdos, y todo me es tan indiferente....
bla bla bla........aparte mi closet quedó tan bello, organicé todo por colores y ahora parece un arcoiris.

Venderé una ropa y regalaré una que otra, será como vender mis recuerdos y regalar uno que otro.

Au revoir.

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