lunes, 8 de diciembre de 2008

CIENTO CINCUENTA Y SIETE MANERAS DE CONTAR MI HISTORIA DE INCESTO

Cuéntalo en inglés.
En lenguaje de señas.
Cuéntalo como un poema.
Como una obra de teatro.
En una carta al presidente.
Cuéntalo como si mi vida dependiera de ello.

No abusaron sexualmente de mí cuando niña.
Temía, cuando tenía tres años de edad, que un hombre entraría a mi cuarto en la medianoche y que me atraparía. ¿De donde vendría esa idea?
Me pregunto por qué odié tanto a mi padre. Las explicaciones que me doy no satisfacen la rabia y odio que siento. Hay una vaga posibilidad que abusaron de mí sexualmente cuando niña.

Cuéntalo como en un caso en un jurado.
Como en un debate en el congreso.
Como si el poder de los niños fuera respetado.
Cuéntalo como terrorismo domestico.
Como un deporte nacional.
Cuéntalo cono en el juego de saltar la cuerda:

A, me llamo Anita
Él me lo clavó en mi Ano
Ahora estoy Amargada
Ahora quiero Acción.
B, mi nombre es Betty
El pene era el de mi hermano
He escrito Bastante
Porque la venganza Busco
C, me llamo Carla
Él me dijo que me daría un caramelo
Le dije a mi prima Carolina
Y a su papá lo Capturaron.
D, me llamo Doris
Y yo aún era De pañales…


Cuéntalo como un graffiti.
Como un servicio religioso.
Cuéntalo en un aviso de ocasión.

¿Por qué cuando voy a ver a mi Papá, me aseguro de llevar una bufanda que me cubra el pecho?
No hay manera de que él haya abusado de mí. Lo recordaría. Tengo muy buena memoria. Toda mi familia lo dice.
¿Por qué cuando tenía once años de edad, de repente empecé a odiarlo?
Pienso que mi padre pudo haber abusado de mi cuando niña.

Cuéntalo como un comercial de televisión.
Como un experimento científico.
Como una canción ranchera.
Cuéntalo como una historia antigua.
Como ciencia ficción.
Cuéntalo mientras duermes:

Esta vez decidí agarrarlo en lugar de que él me agarrara. Lo masturbe rabiosa, arañando su cosa con mis uñas, encajándoselas en su carne tan hondo como pude. Lo hice así para hacerlo eyacular. Luego pensé que detenerme seria mas cruel.
En cuanto paré mi mamá estaba ahí otra vez.

Cuéntalo como un cuento de cuna.
Como frase de un engomado o una calcomanía.
Cuéntalo como si nos hubiera gustado.

Cuando era joven, decía, “¡No me toques, estoy viva!” ¿Por qué invente esa expresión?.

Cuéntalo como una justificación de una guerra nuclear.
Como una justificación para no tener otra guerra.
Cuéntalo como una tarjeta de felicitación:

Para una querida sobrina:
En este día que pienso en ti
Una niña linda y graciosa
Siempre tan dulce y jocosa
Con razón Papá abuso de ti.
Tu pecho rosáceo y tu lengua tan briosa
¡Qué cielo en la niña joven y hermosa!
Tu beldad, que ahora ha sido por él coronada en vigilia.
Con su amor, mostrado por él en esa cogida en familia.
Tengo un deseo para ti, si me lo permites, casual:
¡Feliz Día del Abuso Sexual!

Cuéntalo como una columna de chismes.
Como tu último deseo y testamento.
Como un casi para Ripley de “Aunque usted no lo crea”.

¿Acaso invento esto como un pretexto para odiarlo?
Si yo lo acusara falsamente jamás me perdonaría a mí misma.

Cuéntalo como una telenovela.
Como un mensaje en la contestadora del teléfono.
Cuéntalo como en un juego de mesa:

-Serpiente. ¡Maldita sea! Caí en serpiente…
-¡Éjele! Abuso de ti tu hermano gemelo.
“Tu coeficiente de pesadilla sube a 60%, tu condena a terapia sube a tres años, y tu sexualidad entra al taller para ser reparada.
-¡Ey, dame mi pieza! ¡Yo podria poner mi propia sexualidad en el taller!
-Bueno. Es mi turno. Tres. Uno, dos, tres. ¡Que bien! ¡Al doctor feminista!
“Toma una carta”
“Vas a un seminario de tres dias en donde lloras, hablas sobre por qué lloraste, y hablas sobre por qué hablas sobre por qué lloraste”.
“Reduce seis meses de tu condena a terapia”.
-¡Que bien!
-¿Cómo le haces para sacarte las mejores? ¡Mi turno!

Cuéntalo como un libro del tipo “Cómo hacerle para…”
Como un noticiero.
Como instructivo que viene en una caja.

¿Por qué se aprietan los músculos de mi vagina cuando oigo el nombre de él?.

Cuéntalo como un cuento de hadas.
Como un truco de magia.
Cuéntalo como si fuera de este momento:

Besar tus labios es como caminar en un hermoso jardín. Miro cada capullo de emoción dentro de tus ojos oscuros. Mis palmas abarcan tus senos, tus uñas cruzan lo largo de mi estomago. Nos mecemos hasta que tu te acuestas sobre mi. Presionas tu rodilla contra mi vulva, susurras te deseo Baby, y de repente te conviertes en él.
Me estás inclinando hacia abajo, sujetándome tan fuerte que no puedo respirar. Me estas metiendo el pene, insistiendo en lo que quiero. Yo lucho con tu cuerpo y con la voz dentro de mi cabeza diciendo calma. Éste es diferente: tú escogiste estar aquí.
-¡Ey! ¿Dónde estás? Me preguntas ¿Qué pasó?
Mis ojos te describen con claridad lo que mi boca no puede hablar. Tú suspiras y me abrazas suavemente.
Finalmente, lloro.

Cuéntalo como un ritual de sanación.
Como un epitafio.
Como descubierto e interpretado siente generaciones posteriores.

Quizás mi familia me bautizo como “La que se acuerda”, de tal modo que ellos pudieron creer que si no recuerdo alguna cosa, no sucedió.

Cuéntalo como un mapa del mundo.
Como si aún estuviese prohibido decir las palabras.

Mi padre abuso sexualmente de mi cuando era una niña.

Cuéntalo para que no vuelva a pasar jamás.



Por Emily Levy.

9 comentarios:

Don Gato dijo...

Posiblemente entre a este blog más seguido...

Anónimo dijo...

Me a gustado mucho perderme por su blog, me a sido muy grato he instructivo, es muy completo, muchas gracias.
Saludos

Refachadona dijo...

excelente uso del lenguaje... me dejas sin palabras!

Rojo Buendía dijo...

Te leí desde ayer, y aun siento que me falta el aire cuando regreso.
Que el uso de palabras, de experimentar la forma es excelente, el tema ipactante y las papalabras bien puestas, es algo que sobra, que solo sirve para decirte que comienzo a sospechar algo, que tienes más tanates que yo, escribes con esa furia, irreverencia, descaradez que me facina, que me atrapa, y que, si, admiro un chingo.

Grande, un beso.

Beto dijo...

no mames, tu si que escribes chingón

sarahidalgop dijo...

No lo pude termianar, mi imaginación no se puede contener y echa a volar.

Que triste todo eso

gabriel dijo...

achis, ora sì me quedè medio satisfecho

complicado, tiene lìneas muy jefes.

Anónimo dijo...

Me encantó tu entrada. Creo que tienes muchos ovarios y creatividad para abordar un tema que no es sencillo.

Saludos.
http://extranjeraenmicuerpo.blogspot.com

Pali !! dijo...

excelente !! uno de los mejores blogs que he leido en mucho tiempo.