miércoles, 12 de septiembre de 2012

INOCENCIA

Me tocó la inocencia, lo cual es muy bello, porque cuando te toca no puedes decir mentiras.


Asi que no me hago responsable de las verdades que hoy puedan salir de mi boca.
Hablaré sobre la inocencia en 3 actos.


ACTO #1

Cuando recién escuché la palabra inocencia, pensé en dos cosas, los símbolos de la inocencia siempre han sido los niños y las vírgenes, lo cual me parece irónico pues los niños no existirían si todas fuéramos vírgenes...
y partiendo de esta premisa entonces la inocencia no existiría porque todos fuéramos producto del pecado, y la verdad a mi no me agrada la idea de pensar que somos pecados andantes.

Pero no se asusten, pues de eso se trata este asunto, se trata de hacernos preguntas y cuestionarnos la vida, y no intentar encontrar respuestas porque ellas ya vendrán solitas.




Y siguiendo con los niños y las vírgenes empezaré este bloque con un poema inocente por excelencia, pues habla de la ternura, la sensibilidad y esa candidez que sólo una niña posee. 
Y tenía que ser el viejito de Sabines.

PEQUEÑA DEL AMOR

Pequeña del amor, tú no lo sabes,
tú no puedes saberlo todavía,
no me conmueve tu voz
ni el ángel de tu boca fría,
ni tus reacciones de sándalo
en que perfumas y expiras,
ni tu mirada de virgen
crucificada y ardida.

No me conmueve tu angustia
tan bien dicha,
ni tu sollozar callado
y sin salida.

No me conmueven tus gestos
de melancolía,
ni tu anhelar, ni tu espera,
ni la herida
de que me hablas afligida.

Me conmueves toda tú
representando tu vida
con esa pasión tan torpe
y tan limpia,
como el que quiere matarse
para contar: soy suicida.

Hoja que apenas se mueve
ya se siente desprendida:
voy a seguirte queriendo
todo el día.
Jaime Sabines.




¿Pero saben ustedes qué es realmente la inocencia? 
¿será acaso solo una etapa estacionaria en nuestra vida o podemos ser inocentes aún cuando ya hemos dejado de ser niños?
¿cuál es el momento exacto en el que dejamos de ser inocentes?
¿Será acaso cuando entendemos la mentira? 
¿o cuando despertamos al amor? ¿o a la carne?... me da horror el concepto de que “perder la inocencia” equivale al “despertar sexual”, ¿acaso no merecemos amar en una cama inocente?, ¿o besar una boca de un hombre puro y libre sin temor a ser mordida?
...y son muchas preguntas las que me vinieron a la mente y para aclararlas un poco entonces resolví comenzar por donde debí haber empezado.



ACTO #2

Ahora bien debí comenzar por el principio...

y para empezar debemos conocer de dónde provienen las palabras,
entender que significan por sí mismas, porque han de saber ustedes que las palabras también se presentan, también tienen dignidad...

Inocencia proviene el latín in-nocens, que significa "el que no hace daño". El origen viene de más atrás, del grupo léxico necare / necem, que encierra la idea de matar, pero matar no activamente, o al menos no violentamente, sino de "hacer morir" o "dejar morir".

Es importante señalar que en toda la línea de derivación se mantiene el aspecto no violento, la idea de hacer mal mas bien por omisión.
Dicho de una manera mas simple el inocente es aquel que no se entera del daño que le hacen o del que él mismo hace.


Una persona inocente es aquella que carece de culpa con respecto a un crimen, un pecado o alguna fechoría, pero puede también referirnos a un estado de total desconocimiento...
Ahora bien, presten atención a la siguiente frase, porque a mí me ha dejado helada: la gente que carece de capacidad mental de entender la naturaleza de sus actos puede ser considerado inocente sin importar su comportamiento.
Con esta hipótesis ahora veo y entiendo que a la hora de hacer justicia para las personas es más fácil hacerse el loco en vez de mostrarse consciente, pues la consciencia alega un saber de las cosas.


y cuando amamos ... ¿Somos verdaderos inocentes o nos hacemos los locos?
¿con cuantos hombres "inocentes" me he topado en la vida? 
¿o es que acaso solo se hacían los locos cuando me amaban?

Y quiero preguntarles hoy a los presentes ¿somos dementes o inocentes?
¿Fuiste el hombre o la mujer consciente de sus actos?
¿Supiste el daño que alguna vez causaste o acaso aún no has podido ver con claridad el cuerpo del otro magullado?
¿Tus palabras fueron dichas con verdad hiriente o con mentiras inocentes?
¿a cuantos más lastimarás con tu inocencia?
¿y cuantas veces hemos sido víctimas inocentes de un daño que no merecíamos?

Poema del Renunciamiento

Pasaras por mi vida sin saber que pasaste.
Pasaras en silencio por mi amor, y al pasar,
fingiré una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte ... y jamás lo sabrás.

Soñare con el nácar virginal de tu frente;
soñare con tus ojos de esmeraldas de mar;
soñare con tus labios desesperadamente;
soñare con tus besos ... y jamás lo sabrás.

Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amare más que nunca ... y jamás lo sabrás.

Yo te amare en silencio, como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos ... y jamás lo sabrás.

Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
-- el tormento infinito que te debo ocultar --
te diré sonriente: "No es nada ... ha sido el viento".
Me enjugaré la lágrima ... ¡y jamás lo sabrás!

Jose Angel Buesa



ACTO #3

Y despues de todo este remedo de soliloquio y de este divagar de ideas, llegué a la conclusión perfecta.
porque...
ahora hablaré sobre esa inocencia virginal que ya no tenemos.
Y me hace gracia que aun sabiendo que la hemos perdido todavía existan mujeres que la añoran, dice Oscar Wilde "Los hombres siempre se empeñan en ser el primer amor de una mujer. Las mujeres prefieren ser la última novela de un hombre."...
el hombre sigue buscando la inocencia y pureza en una mujer ¿pero para que?
Abre los ojos hombre necio porque hoy te lo digo de frente, no soy inocente.

TU ME QUIERES BLANCA

Tú me quieres alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada

Ni un rayo de luna
Filtrado me haya.
Ni una margarita
Se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
Tú me quieres blanca,
Tú me quieres alba.

Tú que hubiste todas
Las copas a mano,
De frutos y mieles
Los labios morados.
Tú que en el banquete
Cubierto de pámpanos
Dejaste las carnes
Festejando a Baco.
Tú que en los jardines
Negros del Engaño
Vestido de rojo
Corriste al Estrago.

Tú que el esqueleto
Conservas intacto
No sé todavía
Por cuáles milagros,
Me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
Me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡Me pretendes alba!

Huye hacia los bosques,
Vete a la montaña;
Límpiate la boca;
Vive en las cabañas;
Toca con las manos
La tierra mojada;
Alimenta el cuerpo
Con raíz amarga;
Bebe de las rocas;
Duerme sobre escarcha;
Renueva tejidos
Con salitre y agua;
Habla con los pájaros
Y lévate al alba.
Y cuando las carnes
Te sean tornadas,
Y cuando hayas puesto
En ellas el alma
Que por las alcobas
Se quedó enredada,
Entonces, buen hombre,
Preténdeme blanca,
Preténdeme nívea,
Preténdeme casta.

A. Storni.


FINAL

Les comparto algo que aún no sé que es.

INOCENCIA

La inocencia no se pierde, se esconde,
no se va, se olvida,
y lo hace porque al vivir entre sombras y mentiras no le ha quedado más remedio,
porque la inocencia es mirar de cerca al otro y verle los ojos sin titubeos.

La inocencia es vivir desnudo porque no teme a la vergüenza,
no teme a la venganza, ni al dolor ni a la muerte, simplemente no teme.
Es ingenua, blanca sirena que solo canta al mar en soledad,
falta de mal,
no hay dolor.
Inocencia es paloma, es un lago o una flor viva,
es el candor de la boca cuando recibe el beso primero,
es el recuerdo fugaz y contento del día en que la tierra se abrió al cielo.

Inocencia es tener las manos limpias y remover las heridas del otro sin mancharse,
es colocar los dedos sobre la piel del amor,
sin temor a que lo maten.


LG.



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